viernes, 21 de noviembre de 2014

¿el tabaco tambien es medecina?

como sabemos, no todo es oscuridad, en  el laberinto, así como no siempre el tabaco en su totalidad es perjudicial; El tabaco no siempre fue un producto del consumo irresponsable y del mercado. Aunque ahora nos parezca una locura, años atrás era un producto que se vendía en farmacias y que los doctores podían recetar para los nervios, las hemorroides o los parásitos, tanto a adultos como a niños.
 
Han sido el abuso y la pobre producción los que han convertido al tabaco en una planta altamente tóxica, y la conveniencia financiera de los distintos gobiernos que ha optado por satanizar al tabaco al mismo tiempo que se enriquecen de él. La regulación y el control de calidad debería ser urgente, para la salud de sus consumidores, y el uso medicinal una alternativa para todos.
 

Aplicaciones medicinales del tabaco en casa

La acidez de la hoja del tabaco la hace idónea para usos externos de desinfección. En el champú, puede ser un ingrediente para ayudar a combatir piojos y liendres. Hojas de tabaco en un baño de tina caliente pueden aliviar problemas de hemorroides y el tabaco molido disuelto en una pasta puede ayudar a eliminar el acné.
Si bien no se recomienda en heridas abiertas, los emplastes de tabaco protegen de infecciones en la piel y pueden ayudar a tratar golpes y contusiones, acelerar la sanación de inflamaciones en la piel.
En dosis moderadas, fumar tabaco orgánico en momentos de estrés puede ayudar a relajar el estómago y a calmar la ansiedad. Se recomienda limitar la dosis a dos cigarrillos al día y no más de seis a la semana. Para contrarrestar la toxicidad del tabaco, tomar diariamente té Oolong protege principalmente los pulmones, y la hidroterapia de colon reduce los efectos del tabaco en el sistema digestivo, reduciendo significativamente el riesgo de padecer cáncer de colon.
Mascar tabaco también es un poderoso relajante muscular y puede usarse en momentos de mucha tensión y de dolores de espalda causados por estrés. Es como quiropráctica digerida. En especial el tabaco silvestre es rico en una sustancia llamada lobelina, que impacta en el sistema nervioso. La lobelina causa la sensación de bienestar que tanto anhelan muchos adictos al cigarrillo.
En dosis relativamente altas, mascar tabaco causa vómito, lo cual puede ser también un tratamiento medicinal en infecciones estomacales, intoxicación y otros problemas afines.
Por último, la planta del tabaco es un poderoso insecticida. Puede usarse en el jardín, si tienes plantas en casa que atraigan insectos, o en lugares donde se acumulen mosquitos. Unas hojas de tabaco (o incluso cigarrillos de la tienda) remojadas en agua pueden ser un remedio para protegerte del dengue.
En usos moderados, el tabaco es benéfico para la piel, el sistema endocrino y digestivo. El uso irresponsable, como de cualquier medicina, tiene consecuencias dañinas a la salud. Asegúrate de contrarrestar los efectos nocivos del tabaco consumiendo alimentos alcalinos y antioxidantes, y consume siempre la fuente más natural y mejor cultivada posible de tabaco. Si no puedes conseguir tabaco orgánico, no lo fumes ni lo ingieras.
Ten cuidado de taquicardia, cansancio excesivo y problemas cardiacos que pueden resultar como efectos secundarios del consumo del tabaco. Y si es posible, consulta con un especialista antes de usarlo para tratar una enfermedad.

martes, 18 de noviembre de 2014

31 de mayo dia mundial sin tabaco

"que el tabaco no se convierta en el verdugo de tu vida"
 Cada 31 de Mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) organiza el Día Mundial sin Tabaco, una iniciativa destinada a recordar los grandes perjuicios que acarrea el tabaco para la sociedad (no sólo para los fumadores), uno de los problemas más graves de salud pública.

objetivos del día mundial del tabaco (2014)

El objetivo primordial del Día Mundial Sin Tabaco fue y es contribuir a proteger a las generaciones presentes y futuras no solo de las devastadoras consecuencias del tabaco para la salud, sino también de los problemas sociales, ambientales y económicos que se derivan del consumo de tabaco y de la exposición al humo que desprende.

Los objetivos específicos de la campaña de 2014 son los siguientes:

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·   que las personas y las organizaciones de la sociedad civil alienten a sus gobiernos a aumentar los impuestos sobre el tabaco hasta niveles que reduzcan su consumo.

resaltar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover políticas eficaces para reducir ese consumo. El consumo de tabaco es la principal causa prevenible de defunción en el mundo, y actualmente mata a uno de cada 10 adultos en todo el mundo.

viernes, 14 de noviembre de 2014

¿Cuáles son las recompensas inmediatas al dejar de fumar?

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Dejar de fumar ofrece algunos beneficios que usted notará inmediatamente y algunos que se desarrollarán con el paso del tiempo. Estas recompensas mejoran bastante las vidas diarias de la mayoría de las personas:


  • Mejor aliento. 
  • Dientes más blancos. 
  • El olor desagradable en la ropa y el cabello desaparece.
  • El color amarillento de los dedos y las uñas desaparece.
respirar mejor
  • Puede saborear mejor los alimentos. 
  • Su sentido del olfato se normaliza. 
  • Las actividades que usualmente realiza (por ejemplo, subir escaleras, quehacer doméstico, etc.) no le dejarán sin aire.
  • Puede permanecer en edificios que son lugares libres de humo sin tener que salir para poder fumar.

    dientes más blancos













    El costo
    . _________________________ . 

    La posibilidad de tener una mejor salud es una razón valiosa para dejar de fumar, pero también existen otras razones.
    Fumar es un hábito costoso. 

    No es difícil descubrir cuánto dinero usted gasta en fumar: multiplique la cantidad de dinero que usted gasta cada día en tabaco por 365 (días del año). 

    La cantidad pudiera sorprenderle. Ahora multiplique eso por el número de años que usted ha estado usando tabaco y esa cantidad probablemente le dejará atónito. 

    Multiplique el costo anual por 10 (los próximos 10 años) y pregúntese así mismo qué otra cosa usted podría hacer con esa cantidad de dinero. 

    Y esto no incluye otros posibles gastos, como el costo más alto de los seguros de vida y salud, así como los costos médicos potenciales debido a problemas relacionados con el tabaco.










viernes, 7 de noviembre de 2014

Cigarrillo electrónico - Efectos negativos

Los cigarrillos electrónicos tienen la forma de los cigarrillos convencionales y pueden contener o no nicotina. La Dirección General de la Salud de Francia y la AFSSAPS aprueban el uso de este producto que ayuda a detener el tabaquismo. En consecuencia, estas instituciones planean elaborar la reglamentación de este nuevo medicamento. Estas instituciones han empezado una evaluación que contará con la asesoría de expertos toxicólogos.

Mujeres lactantes

Es recomendable que las mujeres lactantes eviten utilizar el cigarrillo electrónico ya que contiene algunas sustancias tóxicas. Además, no existe ningún estudio que descarte el paso de estas sustancias tóxicas a la leche materna.

Sustancias que podrían tener un efecto tóxico

Uno de los problemas relacionados al uso del cigarrillo electrónico se basa en que algunas de sus sustancias podrían tener un efecto tóxico. Por ejemplo, algunos cigarrillos electrónicos contienen glicol de propileno el cual es un disolvente irritante que puede causar efectos neurológicos semejantes a los del estado de ebriedad.

Autorización para lanzar este producto al mercado

Según la AFSSAPS, en adelante los cigarrillos electrónicos que ayuden a corregir el tabaquismo deben ser considerados como medicamentos sin importar que contengan o no nicotina. Por lo tanto, debe otorgarse la autorización necesaria para que sean comercializados.


¿Cuáles pueden ser las consecuencias de este nuevo hábito?
Ahora mismo se desconocen las consecuencias para la salud. Los experimentos que hay son inhalaciones a corto plazo en personas muy seleccionadas, no se saben los efectos con inhalación a largo plazo. Lo que sí se sabe es que provoca cambios en la vía aérea como el cigarrillo convencional. Provoca un aumento de la resistencia, más dificultad al paso del aire y signos de irritación: cambios parecidos a los del cigarrillo. Lo demás no está demostrado, se supone que el proceso de formación de sustancias cancerígenas por combustión no se produce por vapor. Es probable que las sustancias sean menos tóxicas, pero no sabemos qué puede causar.

¿Qué daño pueden causar a los pulmones o a la boca los vapores?
Lo más evidente son los efectos a corto plazo del cigarrillo normal, pero en enfermos respiratorios como los asmáticos los daños pueden ser exacerbados.

¿Es perjudicial este vapor para el fumador pasivo?
Eso en el momento actual no se sabe, lo que sí se ha constatado es que el vapeo pasivo existe, hay pruebas muy simples que sí indican que se forman partículas y quedan en el aire cuando se ha vapeado. Puede ser del propio vapor y otras veces proceder de la interacción de la persona con el cuerpo. Hay estudios en los que se ha visto que hay sustancias tóxicas o cancerígenas que pueden ser menores, pero la absorción de nicotina sí parece existir.  

miércoles, 5 de noviembre de 2014

10 verdades sobre el cigarrillo electrónico que deberías conocer por tu bien

1. No son un producto nuevo
Que hayas empezado a verlos ahora no quiere decir que sean una novedad. Los cigarrillos electrónicos llevan ya diez años en circulación. Fue en 2003 cuando comenzaron a comercializarse en China bajo la marca Ruyan. Su creador fue el farmacéutico Hon Lik, quien se decidió a desarrollarlos después de la muerte de su padre por cáncer de pulmón. A Europa llegaron en 2006 y el boom en España se produjo en 2011.
El doctor Carlos Jiménez, director del programa de investigación de tabaquismo de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica), señala que "cada vez están teniendo más ventas en el mundo, especialmente en los países en los que existe una mayor regulación al consumo de tabaco normal”. En ese grupo se incluye España, donde la Ley Antitabaco de 2011 (PDF) prohíbe fumar en lugares públicos.
"En cierto modo responde a una estrategia comercial. Al no poder fumar en sitios públicos, mucha gente trata de dejarlo. La mayoría lo hace por ella misma pero hay otros que tienen especial dificultad y por eso buscan alternativas", apunta el doctor Francisco Camarelles, Secretario de la Junta Directiva del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT).
Según un informe de este organismo, un millón de españoles dejaron de fumar entre 2011 y 2012.
2. Menos en los hospitales catalanes, puedes usarlos en cualquier sitio
La Ley Antitabaco de 2011 no hace alusiones a los cigarrillos electrónicos. Esto quiere decir que se puede "fumar" electrónicamente ("vapear") en un aeropuerto, un restaurante o incluso en el interior de un hospital. Solo Cataluña ha preparado una regulación al respecto. El pasado mes de agosto la Conselleria de Salut de la Generalitat prohibió el uso de estos dispositivos en centros de atención primaria y hospitales públicos como forma de precaución mientras no haya estudios científicos que los avalen o los descarten.
No ocurre lo mismo en Francia, donde en mayo de 2011 la AFSSAPS (Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Productos de Salud) recomendó no consumirlos y donde dos años después (en mayo de 2013) se decidiría aplicarles la misma normativa que a los cigarros convencionales. En Austria están considerados como dispositivos médicos y en Dinamarca, Bélgica, Australia y Canadá está prohibida su comercialización. Además, en algunos estados de EEUU no se pueden consumir en lugares públicos.
3. Se pueden publicitar y usar en televisión, no como el tabaco ¿Te acuerdas del último anuncio que viste en televisión de una marca de tabaco? Han pasado ya 25 años. La ley 33/1988 del 11 de noviembre (PDF) prohibió la publicidad televisiva de estos productos. Por aquel entonces no existían los e-cigs ni tampoco habían entrado en España cuando se promulgó la Ley 28/2005 que prohibe el patrocinio de tabaco, así como toda clase de publicidad y promoción en cualquier medio. Este vacío legal es el causante de que podamos ver anuncios de cigarrillos electrónicos en televisión u otros soportes. Incluso hemos visto a famosos sacarlos en un plató de televisión: Lolita lo hizo en El Hormiguero, y la actriz Katherine Heigl, en el show de David Letterman.
4. Sí, es cierto que contienen sustancias cancerígenas
Éste es uno de los puntos más polémicos en lo que a los cigarrillos electrónicos se refere porque hay todavía un gran desconocimiento sobre su composición y el efecto nocivo de ésta. "Hay muchas marcas de cigarrillos electrónicos y cada una tiene diferentes sustancias", explica el doctor Carlos Jiménez, aunque matiza que hay algunas presentes en todo ellos. Éstas son el agua destilada y la glicerina vegetal, así como el propilenglicol y las nitrosaminas, que son las dos sustancias cancerígenas. De esto ya alertó en 2009 la Agencia Americana del Medicamenteo (FDA) y lo refleja también el Informe del CNPT sobre los cigarrillos electrónicos: "Algunas marcas liberaban cantidades detectables de nitrosaminas, compuesto cancerígeno que también se encuentra en el humo de los cigarrillos convencionales y muchos de ellos liberan un compuesto químico llamado dietilenglicol (se usa como anticongelante en los coches) y por lo que no puede afirmarse alegremente de que solo liberan "vapor de agua". Tampoco hay que olvidar que algunos tienen nicotina, que es una sustancia adictiva.
5. Produce problemas respiratorios a corto plazo
Aún no se pueden determinar los efectos en un futuro lejano pero ya se pueden sacar conclusiones a corto plazo. Lo señalaba un artículo publicado en 2012 por la revista científica Chest donde se enumeraban diversas lesiones pulmonares ocasionadas por su consumo. Lo recoge también un reciente estudio de la Sociedad Americana de Neumólogos, que hace hincapié en los efectos adversos para los pulmones y la capacidad respiratoria. "En las personas que usan cigarrillos electrónicos aumenta la resistencia bronquial. Esto quiere decir que el bronquio disminuye de tamaño y entra una menor cantidad de aire en los pulmones", explica el doctor Carlos Jiménez, que matiza que ocurre también con los cigarros convencionales.
6. No, no ayuda a dejar de fumar La mayoría de sus consumidores son fumadores que quieren dejar el tabaco, pero esto no asegura su éxito. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en 2011 que no hay ninguna evidencia que lo demuestre. "En este momento sigue sin haber estudios concluyentes de que sea eficaz para dejar de fumar", asegura el doctor Camarelles. La revista Lancet publicó una investigación con resultados poco alentadores. De una muestra de 657 personas solo el 7,3% de los usuarios dejó de fumar gracias a los ecigs, aunque sí es cierto que la mitad consiguió reducir el consumo del tabaco convencional.
El informe del CNPT sobre los cigarrillos electrónicos apunta que además de no ser eficaces para dejar de fumar "pueden tener un efecto indeseable de retener a fumadores en el consumo de nicotina y en mantener la dependencia gestual del cigarrillo". La revista British Medical Journal advierte también del peligro que supone la falta de legislación que permite "vapear" donde no se puede fumar. El director de marketing de NJOY, una de las primeras empresas en comercializar e-cigs en EEUU, ensalzaba en The New York Times su papel 'renormalizador' del tabaco: "permite a los fumadores ahora exiliados en las aceras entrar de nuevo en los edificios".
El doctor Camarelles rechaza su uso y apoyo otros métodos alternativos que sí han demostrado su eficacia: "Funcionan los fármacos como chicles, parches, comprimidos bupropion -antidepresivos- y vareniclina, a la vez que la ayuda psicológica".
7. Son una forma de iniciarse en el consumo
Si dejamos aparte el hecho de que no sirven para dejar de fumar, sus consecuencias a corto plazo y el desconocimiento sobre sus efectos futuros, aún podemos encontrar un peligro más. "Lo que sería más grave es que se está convirtiendo en una forma de que algunos jóvenes se inicien en el tabaco", señala Camarelles haciendo alusión a un informe publicado en septiembre por el CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades). Según éste, el porcentaje de adolescentes que usan e-cigs en EEUU es bajo pero está aumentando rápidamente.
En 2012 el 6,8% de los jóvenes de entre 11 y 18 años admitió haberlos probado frente al 3,3% en 2011. El problema reside en que no todos los que admitieron haber "vapeado" eran fumadores convencionales. Esto hace temer que podrían atraer clientes que no solo buscan una manera de reducir el consumo de tabaco. El citado informe señala que es la variedad de sabores lo que puede resultar más atractivo a los jóvenes no fumadores iniciándolos así en el consumo de nicotina
8. Se desconocen los daños que provocan al fumador pasivo
Si los efectos sobre "vapeador" activo son casi una incógnita, mucho menos se sabe qué puede ocurrir con el pasivo. Este grupo de gente, libre de humo desde la entrada en vigor de la ley de 2011, se expone al "e-humo" en lugares cerrados sin saber si es o no perjudicial para su salud. "Piensa que el primer estudio del humo ambiental del tabaco que establece sus peligros es de 2006, muy reciente. Pasarán muchos años para demostrar que es perjudicial también para el que está al lado del "vapeador", recalca el doctor Camarelles.
9. Está prohibido en menores
Como ocurre con el tabaco tradicional, está prohibida su venta a menores de 18 años. A partir de esa edad todo el mundo puede comprar uno y los lugares para hacerlo son muy variados. Hasta finales de octubre se vendían en centros comerciales, tiendas especializadas y a bordo de un avión de una compañía low cost, pero el Comisionado para el Mercado de Tabacos aprobó el día 28 de ese mes su venta en estancos por ser "artículos de fumador".
10. En 2014 su regulación cambiará El futuro del cigarrillo electrónico pasa por un cambio legislativo a nivel europeo. La nueva norma, que fue aprobada por la Eurocámara el pasado 8 de octubre y que previsiblemente entrará en vigor en abril de 2014, no es tan estricta como solicitaba la OMS y la Comisión de Salud Pública. Esta obligará a los fabricantes a informar a las autoridades de si sus productos son o no medicinales, con propiedades curativas o preventivas. El primer caso tendrán que cumplir con la legislación que siguen chicles, parches y comprimidos de nicotina; mientras que en el segundo serán tratados como el tabaco normal. No podrán exceder los 30 mg/l de nicotina y deberán incluir advertencias sanitarias. Además tendrán las mismas restricciones publicitarias que los productos del tabaco.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Tabaco electrónico

Estos cigarrillos fueron creados en China en el año 2004; están hechos de acero inoxidable, tienen una cámara con nicotina líquida en diferentes concentraciones y son alimentados por una batería recargable. Los cigarrillos electrónicos pueden contener cartuchos de hasta 24 miligramos de nicotina. Se ofrecen como una alternativa al cigarrillo tradicional, para los que desean seguir fumando sin inhalar las más de 7.000 sustancias tóxicas del tabaco y/o los que no quieren dañar la salud de las personas que están a su alrededor. También son promocionados como alternativas saludables para dejar de fumar.




Hasta la fecha, no existen evidencias científicas de su eficacia y seguridad. La nicotina es adictiva. Por lo tanto, reemplazar un cigarrillo de tabaco por uno electrónico –que también tiene nicotina- no evita los riesgos de adicción. Además, al simular el acto de fumar, el cigarrillo electrónico no contribuye a que los fumadores abandonen el componente psicológico relacionado con este hábito. La absorción de la nicotina por vía pulmonar (a diferencia de los parches u otros medicamentos de sustitución nicotínica) genera en el fumador la rápida captación de nicotina en el cerebro con la consecuente sensación de placer similar a la que produce el cigarrillo común.

Los fabricantes aseguran que estos cigarrillos son menos perjudiciales que los convencionales pero, la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos afirma que contienen ingredientes que producen cáncer (como las nitrosaminas) y otros químicos tóxicos peligrosos para la salud, como el etilenglicol, utilizado como anticongelante para los coches. Por otra parte, la nicotina está involucrada directamente en el desarrollo del cáncer de pulmón a través de la estimulación de los receptores nAchRs en células no neuronales lo que promueve la proliferación de células tumorales ayudando a la propagación del cáncer.

En un comunicado de julio de 2009, la FDA admitió que, hasta la fecha, no se sabe exactamente qué concentración de nicotina y otros tóxicos inhalan las personas que fuman cigarrillos electrónicos y tampoco existen estudios clínicos sobre los efectos de los cigarrillos electrónicos en la salud de los fumadores y de los no fumadores expuestos, por lo que desaconsejan su uso.

Por otra parte, la FDA admitió su preocupación de que estos cigarrillos puedan ser vendidos en Internet sin requisitos de edad para ello y sin un prospecto que incluya los posibles efectos adversos en la salud. Los cigarrillos electrónicos están siendo vendidos de distintos sabores, destinados a un público joven. Miembros de la Academia Americana de Pediatría afirman que, probar un cigarrillo electrónico promocionado como “seguro”, puede llevar a los jóvenes a fumar cigarrillos comunes y a convertirse en adictos a la nicotina.

Acciones que se han tomado a nivel internacional

En un comunicado de prensa de septiembre del 2008, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que no considera que los cigarrillos electrónicos sean un tratamiento legítimo para quienes están tratando de dejar de fumar. El Grupo de Estudios de la OMS sobre Reglamentación de los Productos de Tabaco analizó los sistemas electrónicos de administración de nicotina y preparó un informe sobre el tema que la Directora General presentó al Consejo Ejecutivo de la OMS en enero de 2010. Este informe señala que los fabricantes aducen que estos productos administran nicotina sin alquitrán ni monóxido de carbono. Sin embargo, llega a la conclusión de que no se han demostrado la inocuidad ni la magnitud de la captación de nicotina. Por otra parte, los productos se comercializan como medios auxiliares para dejar de fumar, pero no hay datos científicos que demuestren este beneficio. Además, la administración directa de vapores a los pulmones podría ser peligrosa y es importante estudiarla. El Grupo de Estudio señaló también el peligro que conlleva el hecho de que los sistemas electrónicos para administrar nicotina directamente al aparato respiratorio caigan en un vacío de reglamentación, pues de esta manera evaden la reglamentación como medicamentos y evitan los controles aplicables a los productos de tabaco. Recomendó también realizar ensayos clínicos y psicológicos y farmacovigilancia a escala individual y de población para despejar estas incógnitas y prohibir las afirmaciones de que estos productos tienen efectos beneficiosos para la salud, reducen el daño o pueden usarse como ayuda para dejar de fumar hasta que esto no se haya probado.

domingo, 26 de octubre de 2014

El consumo de tabaco en el tratamiento del cancer.



El consumo de tabaco aumenta el riesgo de complicaciones en todos los tipos de tratamientos para el cáncer, y puede reducir su efectividad.
Cirugía. Los pacientes que fuman y se someten a una cirugía tienen un riesgo mayor de sufrir complicaciones cardiacas y respiratorias, incluso mayores problemas derivados de la anestesia general (medicación sedante administrada durante la cirugía). Además, fumar tiene efectos perjudiciales para la cicatrización, y puede aumentar el riesgo de infección en la herida. Se ha demostrado que dejar de fumar, aunque sea poco antes de la cirugía, reduce las complicaciones.
Radioterapia. La radioterapia no es tan efectiva para pacientes que fuman como para quienes no fuman o han dejado de fumar antes del tratamiento. Fumar durante la radioterapia también puede aumentar los efectos secundarios, incluida mucositis oral (inflamación de la boca y la garganta), pérdida del gusto, xerostomía (sequedad en la boca), pérdida de peso, fatiga (cansancio excesivo), neumonitis (inflamación del tejido pulmonar), daño en el tejido blando y los huesos, y mala calidad de voz.
Quimioterapia. Aunque se conoce menos sobre los efectos de fumar durante la quimioterapia, tiene el potencial de aumentar los efectos secundarios, entre ellos, pérdida de peso, caquexia (pérdida de peso con debilitamiento muscular), fatiga y problemas pulmonares y cardiacos. Además, fumar durante la quimioterapia puede inhibir el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de infección.
Beneficios de dejar de fumar después del diagnóstico
Las personas con cáncer que dejan de fumar experimentan muchos beneficios físicos y psicológicos que mejoran el tratamiento del cáncer y su salud general. Se ha demostrado que dejar de fumar:
Mejora las tasas de sobrevida. En general, los estudios han demostrado que un período más largo entre dejar de fumar y el inicio del tratamiento para el cáncer se asocia con un mejor pronóstico (probabilidad de recuperación). Dejar de fumar puede disminuir el riesgo de efectos secundarios producidos por el tratamiento y tiene la probabilidad de mejorar la efectividad del tratamiento.
Disminuye el riesgo de cánceres secundarios. Dejar de fumar, incluso si se hace en el momento del diagnóstico, puede disminuir significativamente el riesgo de desarrollar cánceres secundarios (cánceres que se desarrollan por el tratamiento para el primer cáncer). Sin embargo, el período de tiempo y la cantidad que una persona fumó también influye en el desarrollo de dichos cánceres.
Mejora la calidad de vida en las personas con cáncer. La calidad de vida se ha demostrado que es menor entre los fumadores en la población general así como entre las personas con cáncer en comparación con los no fumadores y los ex fumadores. En un estudio, las personas que recibieron tratamiento por cáncer de cabeza y cuello y además eran ex fumadores tenían una calidad de vida significativamente más alta después de un año de seguimiento, en comparación con los pacientes que no habían dejado de fumar.
Muchas personas con cáncer pueden sentirse culpables o ansiosos por su hábito de fumar y quizás sientan que los demás los juzgan o que reciben menos apoyo por su cáncer. Es importante saber que abandonar el hábito resulta útil en cualquier momento, y que los profesionales de atención médica pueden ayudar cuando una persona desea dejar de fumar.
Hablar con su médico sobre su consumo de tabaco
Para comenzar con el proceso de dejar de fumar satisfactoriamente y para siempre, hable con su médico sobre sus conductas de consumo de tabaco. Comprender su dependencia de la nicotina le permitirá al médico determinar el tratamiento apropiado necesario para ayudarlo a terminar con la dependencia de la nicotina o ayudarlo a continuar libre de nicotina. Infórmele a su médico:
  • Si ha fumado como mínimo 100 cigarrillos en toda su vida.
  • Si actualmente fuma cigarrillos.
  • Si fuma dentro de los 30 minutos posteriores a despertarse.
  • Cuántos años ha fumado regularmente y cuántos cigarrillos por día.
  • A qué edad comenzó a fumar
  • Cuánto tiempo hace que fumó por última vez habitualmente (si no fuma en la actualidad).
  • Cuántas veces intentó dejar de fumar y cuánto tiempo tuvo éxito en cada intento.
  • Si las personas de su grupo familiar fuman.
  • Si se permite fumar en su lugar de trabajo.
  • Si usa, o usó en el pasado, otras formas de consumo de tabaco (además de cigarrillos) y con qué frecuencia.